"Ay, ¿no estás depilada?" Es la frase más anticonceptiva del mundo. La depilación esconde muchos mitos, especialmente cuando hablamos de la zona íntima. Se ha convertido en una obligación y un símbolo de higiene, ¡nada más lejos de la realidad! El vello crece con una función protectora, por lo que retirarlo puede poner en riesgo tu salud sexual si no se trata adecuadamente, especialmente en el caso de las mujeres.

Hoy te damos algunos consejos para una depilación adecuada a tus necesidades, y aprovechamos para desmentir algunas de las falsas creencias que la rodean.

Antes de continuar, debes saber que la higiene y la depilación no son sinónimos. Es cierto que en ocasiones, como durante la menstruación, la ausencia de vello facilita el proceso de lavado. Sin embargo, el vello púbico no supone un riesgo para la higiene íntima, ni su presencia exime del lavado, ya que puedes atraer bacterias igualmente.

Además, depilarse nunca debería ser una obligación. Sobre todo en el caso de las mujeres, cargamos con el yugo social de la depilación para ser más atractivas, pero no es en absoluto cierto.

Otra cosa que debes tener en cuenta es que ningún proceso de depilación es definitivo. Contrario a la creencia popular, ni siquiera los métodos más agresivos retiran el vello para siempre; lo debilitan o lo eliminan de manera temporal, pero no desaparece. Con la edad, el pelo se debilita solo, así que no te asustes si repentinamente comienzas a tener un vello más fino.

Y hasta aquí los preliminares. Ahora sí, ¡empezamos!

OPCIÓN 1: MAQUINILLA

Las cuchillas de afeitar son la opción más extendida ya que su uso no es doloroso y son muy accesibles. Sus precios son muy bajos, se pueden encontrar en cualquier supermercado con una sección de higiene, y son portátiles. Aunque puedes utilizarlas de cualquier tipo, nosotras te recomendamos que uses las que están específicamente diseñadas para deslizarse por las curvas y pliegues de la zona íntima.

Sus bordes afilados rasuran el vello a la altura de la piel, por lo que es un método inmediato y económico, pero muy poco duradero. Estas son nuestras recomendaciones:

• Desliza la hojilla en el mismo sentido que el vello, nunca a contrapelo ya que puede causar irritación o promover el crecimiento de vellos enconados
• Ten paciencia, ya que un mal uso de la cuchilla puede provocar cortes incómodos
• Utiliza productos como jabón o cremas que ayuden a que la cuchilla se deslice mejor, asimismo hidrata la zona cuando termines de depilarte
• Renueva tus cuchillas y utilízalas siempre limpias, jamás uses alguna que esté sucia y mucho menos oxidada.
• Una vez te depiles, evita utilizar ropa interior apretada para evitar rozaduras. Es normal que la zona te pique a medida que el vello vuelve a crecer, por eso la ropa holgada será tu mejor amiga.

OPCIÓN 2: CERA

La cera es una opción popular ya que sus resultados son inmediatos y son más duraderos que los obtenidos con la maquinilla. Aquí tienes 2 opciones, optar por la cera caliente, que es más rápida; o por las bandas de cera frías, que son más pequeñas pero no corres el riesgo de quemarte. Si optas por la segunda opción, asegúrate de que tus bandas están pensadas para zona íntima.

Aunque ambos procesos se pueden realizar en la comodidad de tu casa, te recomendamos que asistas a un centro profesional, especialmente cuando hablamos de colocar cera caliente en una zona tan sensible.

La cera arranca el vello desde la raíz, por lo que tarda más en volver a crecer, sin embargo es el proceso más doloroso porque retira una cantidad más grande de vello de una sola sentada.

Recomendaciones:

• Acude a un centro profesional para evitar quemaduras y que los resultados sean mejores
• Sigue las indicaciones al pie de la letra. Si utilizas este producto en casa, sigue las instrucciones del envase; si otra persona te depila de manera profesional, haz caso a sus indicaciones para mantener un buen cuidado de tu piel a posteriori.
• Coloca la cera en dirección al crecimiento del vello y retira con firmeza y sujetando la piel en el sentido contrario
• Aunque la primera retirada de la cera sea dolorosa, no te preocupes, te acostumbras a la sensación y las siguientes serán menos intensas

OPCIÓN 3: CREMAS DEPILATORIAS

Las cremas depilatorias son ideales para personas muy jóvenes que quieren eliminar el vello sin riesgo de hacerse daño o cortarse. Son accesibles y muy fáciles de utilizar. Solo debes extender la crema sobre la piel y esperar, ¡listo! Solo queda retirarla con agua.

Este método utiliza composiciones químicas para deteriorar el vello y hacer que se caiga a la altura de la piel, por lo que su efecto es muy similar al de las maquinillas. Es menos duradero, pero tiene 0/10 valoraciones en el rango del dolor. Eso sí, imprescindible que las cremas estén diseñadas especialmente para la zona íntima, ya que si no es así pueden dañar tu piel o alterar tu flora vaginal. Estas son nuestras recomendaciones:

• Tienen un olor muy fuerte, así que utilízalas en un espacio ventilado
• Asegúrate de cumplir las instrucciones
• Haz una prueba en una zona de tu piel más descubierta, para comprobar que no presentas alergias o reacciones adversas al producto
• Si ha terminado el tiempo estipulado para que el producto haga efecto, retira un poco de la crema para asegurarte de que ya no tienes vello debajo de ella. Si aún no ha completado su función, déjala un poco más, pero nunca en exceso. Cada piel es distinta.

OPCIÓN 4: LÁSER

Es el método más duradero, ya que debilita el vello desde la raíz y hace que se caiga poco a poco para que la depilación dure en el tiempo. A diferencia de las demás opciones, esta es muy costosa y requiere bastantes sesiones en un centro especializado.

Por medio de una luz láser, ataca al vello en las zonas de las ingles, pero no en los genitales directamente. Además, no funciona en todos los tipos de vello ni en todos los tonos de piel, ya que es un método agresivo que puede dañar las pieles más sensibles o las más pigmentadas.

Aunque se han popularizado las máquinas láser depilatorias para uso doméstico, recomendamos siempre ir a un centro profesional que establezca las medidas de seguridad adecuadas.