El deseo sexual cambia constantemente y depende de muchos factores como el estrés, la ansiedad, la rutina, los problemas de comunicación o la autoestima. Es más común en las parejas que llevan mucho tiempo juntas, pero el descenso del apetito sexual puede producirse en cualquier momento. ¡Cada persona es un mundo!

Así que no te sientas un bicho raro, es normal que tus preocupaciones del día a día interfieran con tu vida sexual, pero no hay que dejar que se apoderen de ella. Probablemente, el deseo ni siquiera haya desaparecido, simplemente está escondido tras las responsabilidades del día a día.

Si quieres avivar el fuego y estimular tus relaciones íntimas de manera saludable y divertida, saca lápiz y papel:

• Comunicación: Si crees que hay algo que mejorar, háblalo con tu pareja. Hablando se entiende la gente, pero también hay que saber escuchar. El diálogo es lo que nos ayuda a resolver los problemas, ¿hay algo nuevo que quieras probar?
• Tiempo de calidad juntos: Cuidar tu relación en todos los ámbitos también ayuda a la vida íntima. Conocerse bien, pasar tiempo juntos, jugar, hablar sobre el día a día, escapar de la rutina, etc.
• Mente abierta: Hay que echarle imaginación al sexo. Si buscas subir la temperatura, te recomendamos algunas prácticas que incrementan el deseo, como pequeñas dosis de exhibicionismo, petting, caricias bajo la mesa, juguetes con control remoto, roleplay…
• Espontaneidad: Cuando tienes un horario empacado y una rutina definida, a veces puede ser complicado sacar tiempo para la diversión. El sexo no debe ser algo programado como una actividad más que se debe hacer por obligación, déjate llevar por el momento y desata la pasión cuando tu cuerpo te lo pida y la situación lo permita.
• Una ayudita: Los juguetes no sustituyen a tu pareja, son complementos que maximizan el placer y te ayudan a añadirle erotismo y creatividad al sexo. Pero no hace falta que empieces directamente con dildos, puedes probar aceites de masaje o juegos eróticos para ir caldeando el ambiente. Te recomendamos que pruebes lo que más te llame la atención, y vayas escalando en intensidad poco a poco. ¿Por qué no pruebas juguetes que estimulen el clítoris y permitan la penetración? O simuladores de sexo oral. ¿Quizás te llaman más la atención los juguetes dobles y arneses? ¿Quieres intentar alguna práctica con algo más de riesgo como el BDSM? La lista es interminable, donde seguro que encontrarás algo que te despierte ese cosquilleo de curiosidad que tanto nos gusta.
• La autoestima es el mejor complemento: La confianza no puede faltar, tanto en tu pareja como en ti mism@. Si tienes un día con los ánimos bajos, ponte una lencería bonita, esa ropa que te hace sentir súper sexy, maquíllate, aféitate, ¡lo que prefieras!

Recuerda que cada pareja es única, y lo que les funciona a otras personas no tiene por qué funcionar contigo. Prueba diferentes técnicas, experimenta sin presión y no te obsesiones si las cosas no salen como quieres, ¡vuelve a intentarlo sin miedo!