Trivia de Sensaciones: ¿qué es el "edging"?

¿Alguna vez has oído hablar del “edging”?

Es una práctica sexual muy extendida, que seguro te suena aunque no la conozcas por su nombre oficial. Su objetivo es maximizar el placer durante el clímax, y se puede combinar con otros factores como el control del orgasmo o el uso de juguetes. 

Hoy desentramamos los secretos del "edging", ¿nos acompañas?

¿EN QUÉ CONSISTE?

El "edging" se basa en aplazar el orgasmo manteniendo un nivel alto de excitación. La forma más habitual de practicarlo es con estimulación constante, y cuando notes que estás cerca del orgasmo, ¡paras! Pero antes de que desaparezca la sensación por completo, retomas la estimulación

Para subir el nivel de dificultad, deja que la sensación desaparezca por completo, relájate, y vuelve a empezar. ¡Ya verás cómo cambia la experiencia!

¿POR QUÉ DETENER LA ESTIMULACIÓN?

1. Hace que el sexo o la masturbación sean más intensos. Detener el orgasmo aumenta el flujo de sangre en la zona genital, pero no se libera la tensión, haciéndote más sensible. De esta manera, mantienes los niveles de excitación al máximo durante un tiempo prolongado, y tu cuerpo reacciona de manera más intensa cuando finalmente alcanzas el orgasmo.

2. Es una herramienta de aprendizaje. Por un lado, te ayuda a conocer mejor tu cuerpo; y por otro lado, deconstruye la idea del orgasmo como objetivo final del sexo

El orgasmo es solo una parte más de las relaciones sexuales, no es la piedra filosofal sobre la que giran. Puede haber sexo sin orgasmos, y puede haber orgasmos aunque la experiencia sexual no haya sido plenamente satisfactoria.

El placer es un viaje con muchos caminos que merecen la pena recorrer. ¡No hay prisa! En una sociedad en la que prima la persecución obsesiva del orgasmo, el "edging" te mantiene en el momento presente, centrándote en las sensaciones que recorren tu cuerpo.

3. Hace que tus encuentros sexuales sean más duraderos. Según un artículo de la revista médica 'Journal of Sexual Medicine', las mujeres tardan casi 3 veces más en alcanzar el orgasmo, ya que la media masculina se sitúa en 5 minutos y la femenina en poco más de 13 minutos. El "edging" puede ayudarte a mantener la erección durante más tiempo, tener sesiones de sexo más largas, e incluso a lidiar con los efectos de la eyaculación precoz.

CONTROL DEL ORGASMO Y BDSM

El “edging” es una práctica para maximizar el placer, pero también sirve como entrenamiento para el control de los orgasmos. Te enseña a reconocer las señales de placer de tu cuerpo, y conectar contigo mism@ en el proceso. El "edging" como tal no forma parte del BDSM, pero algunas prácticas asociadas sí.

Los juegos que exploran el control del orgasmo son comunes en las escenas de dominación y sumisión, ya que el placer queda en manos de otra persona. Quien adopta un rol dominante puede introducir el orgasmo en un sistema de premios y castigos, y quien permanece en el espectro de la sumisión puede entrenar para llegar al clímax cuando le den permiso o se lo ordenen, por ejemplo.

El control del orgasmo también te entrena para:

- Alcanzar un orgasmo muy intenso al final y practicar el "squirt"

- Llegar al clímax utilizando un tipo de estimulación determinada, como los orgasmos prostáticos "untouched" (sin estimular el pene)

- Experimentar orgasmos vaginales o maximizar el placer durante la penetración

- Introducir juguetes sexuales o cosmética erótica en tu relación de pareja

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